Optimismo.

- Sabía que tenías un punto débil, odias la idea de no saber qué está pasando, de no poder hacer nada para evitarlo. Tienes miedo de no llevar la riendas, de que otro te domine a ti. Estás demasiado acostumbrado a ser tú el que lo sabe y controla todo. Pero, a veces, no es tan malo dejarse llevar.


+ ¿Dejarse llevar? ¿Te arrojarías acaso al interior de un mar turbulento en plena tempestad? Olvídalo, es más prudente remontar las olas.


- Tal vez. Pero así solo vives una vida a medias, no disfrutas de las emociones del momento. No todo puede ser explicado, medido o razonado. No todo tiene un sentido, así que ¿por qué perder el tiempo buscándolo?


+ Todo tiene un sentido, solo que a veces no encontramos las respuestas que buscamos, o no formulamos las preguntas adecuadas. Pero no significa que esas preguntas y respuestas no existan.


- No lo creo. No todo tiene un orden y un sentido.


+ Todo tiene un orden y un sentido, pero a veces depende de las perspectiva que lo mires. 


- Pues entonces ayúdame a mirar las cosas desde otra perspectiva.


+ Pues mira te daré un consejo: solo sigo al viento cuando este sopla en la dirección que me interesa, y los vientos cambian, porque el mundo cambia, y si el mundo cambia, o cambia nuestra percepción del mundo, no puedes quedarte anclado en una idea que ya no se adapta a lo que quieres. Hay que cambiar de ideas.


- En otras palabras, eres optimista.